Tras haber (casi) finalizado el Máster en Formación del Profesorado, la idea era sumergirme en lo que sería mi borrador para comenzar el Doctorado en Filosofía, sin embargo, y al no tener claro lo que busco o quiero investigar, no tengo más remedio que posponerlo para otra ocasión. A esto hemos de sumarle la problemática económica, ya que mi bolsillo no está precisamente para muchas alegrías. Lo cierto es que esta nueva aventura académica y personal no persigue ni mucho menos el llegar a ser docente universitario, sino el poder desempeñar una tarea de investigación en alguno de los grupos de trabajo de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Murcia. En un principio la idea era trabajar dentro la rama filosófica que atiende a la estética, pero una serie de dudas me asaltaban ya que la idea que yo barajaba quizá no tendría cabida dentro de la rama de la estética y/o las teorías de las artes. ¿Quizá es viable el psicoanálisis? ¿la filosofía analítica? Todas estas cuestiones no hacen más que corroborar que ando hacia un precipicio con los ojos vendados.
