lunes, 19 de septiembre de 2022

Doctorado en Filosofía (III)

A raíz de las dudas expuestas en el anterior post, me ha parecido oportuno realizar otro en el que desde mi modesta opinión , y a tras lo que he podido observar, se configuren unos puntos generales de lo que es un doctorado y todo aquello que entraña. Es por ello que he decidido configurar un pequeño itinerario que pueda servirme tanto a mí como a otras personas que se encuentren en la situación que planteo, ya sea en esta disciplina académica (filosofía) o cualquier otra:

  • Un doctorado es algo que, evidentemente, va más allá del trabajo de investigación que puede requerir un TFG o un TFM en cuanto rigurosidad y dedicación se refiere, pues son al menos cuatro años dedicados a un proceso de investigación y por lo tanto requiere una serie de sacrificios tales como tiempo de vida social y familiar, lo cual no es una tarea fácil pero por supuesto tampoco imposible, si bien es cierto que es un proceso de trabajo que mucha gente abandona (espero no ser una de esas personas). Pese a que el desarrollo de un doctorado es algo que se lleva en soledad, es de agradecer rodearse de personas a las cuales poder pedir consejo, amén de tener en cuenta las directrices del propio director de tesis si este se presta a acompañarnos, ya que nuestro trabajo ha de poder casar con el que el director/a lleva a cabo en su labor como investigador.
  • Habrá personas, como las que en su día conocí en la Escuela de Arte de Murcia, afirmando que las titulaciones no sirven para nada, y aquí he de mostrarme tajantemente con una negativa hacia esos comentarios, y es que desde mi propia experiencia personal, los títulos que se otorgan a un alumnado se hacen como muestra física de que dicho alumno ha completado un aprendizaje y por lo tanto no cierra puertas al conocimiento, sino que las abre.  Y es precisamente de esto último de lo que se trata: seguir creciendo, no sólo académicamente, sino también como personas. Además, también es muy común escuchar a personas decir que un doctorado únicamente sirve para dar clases como profesor universitario, al igual que se escucha de boca de esas mismas personas que ciertos campos académicos no prestan una salida laboral al terminar dichos estudios; véanse Bellas Artes, Filosofía, Ciencias Políticas, etc.
  • No basta con terminar el doctorado, pues este rango académico es el pistoletazo de salida a una serie de tareas que exige estar continuamente activo. Tales son la publicación de artículos en revistas científicas, la participación (o al menos la asistencia) en congresos, prestar especial atención a las convocatorias de becas y candidatura de plazas, las acreditaciones de ANECA para poder seguir presentando nuestra candidatura a plazas...