lunes, 28 de marzo de 2022

Etimología del turismo

El turismo es una práctica, una actividad de servicios personales, motivados por conocer territorios distintos a los de nuestro lugar habitual de vida que ofertan servicios de alojamiento, alimentación, animación y transporte, tan variados como el gusto del consumidor.

El turismo como proceso económico y como fenómeno social moderno inicia en Inglaterra a mediados del siglo XIX, con la democratización del viaje y la racionalización del ocio y el trabajo. Ello propició un progresivo incremento de lugares de descanso en Europa y Norteamérica, principalmente, solo interrumpido por las guerras mundiales. A la postre, el turismo internacional cobró fuerza en la posguerra sobre todo por los avances tecnológicos, el desarrollo de la industria aeronáutica y el crecimiento de las empresas turísticas norteamericanas, de Europa occidental y posteriormente de Japón.Sin embargo, el estudio del turismo apenas emerge en los años 30 del siglo pasado, como parte del interés de geógrafos y economistas, y no es sino hasta principios de los sesenta que aparecen los trabajos pioneros en sociología y antropología del turismo. A partir de entonces despega el estudio sistemático de este fenómeno. Una muestra de estos trabajos clásicos está bien representada, en la década de los setenta, por los trabajos de Mac Cannell (1976), y otros. Obra señera que ofreció información y discusión muy valiosa para entender el turismo como una economía influyente, pero sobre todo como un proceso social y cultural.

Hasta la década de los ochenta los estudios sociales del turismo estuvieron orientados por cuatro líneas de investigación: 

a) el estudio de los turistas; 
b) las relaciones entre turistas y la población “anfitriona”; 
c) la estructura y funcionamiento del sistema turístico;  
d) los impactos económicos y socioculturales del turismo en las sociedades receptoras (Cohen 1984). 

Precisamente la última línea fue la que dominó la especialidad caracterizada por un gran énfasis en el trabajo empírico, sobre todo dirigido a describir y documentar multiplicidad de cambios ocurridos en las distintas sociedades que adoptaron el turismo como vía de desarrollo. Una orientación que ha realizado aportaciones importantes a la etnografía del cambio sociocultural, pero que no está exenta de muchas críticas, dada su rusticidad en el análisis teórico, su impresionismo etnográfico y su proclividad teórica e ideológica al considerar al turismo como una fuerza perversa a la que automáticamente los antropólogos le imputan todos los males que registran en la sociedad.